No es un secreto que en Colombia, las micro, pequeñas y medianas empresas representan más del 90% de las compañías existentes. Tampoco es un secreto que la mayoría necesitan financiamiento y en ese momento es cuando enfrentan el terror. Llegan a esas puertas cerradas de los bancos tradicionales, buscando abrirse camino en el mundo empresarial, sin lograrlo.
Este no es un relato de Halloween, pero sí que cabe dentro de la temática. Puesto que todas estas empresas y emprendimientos quedan aterrorizados de tanta “traba” que les ponen –como ellos mismos lo dicen.
Y los entendemos, porque qué miedo querer sacar adelante un negocio y además, poder generar empleo, pero que los bancos no los apoyen y les pidan tantas cosas para decirles al final que “gracias, pero no”. Cosas como:
- Que la empresa tenga muchos años de constituida.
- Que facture como una gran compañía.
- Que los socios tengan la misma solvencia económica.
- Que tienen que ir hasta el banco, con una “resma” de papeleo…¡y a hacer filas eternas!
Y eso que no hemos mencionado lo que pasa con los productos y servicios, miremos:
- Casi todo es análogo, mientras el mundo entero es prácticamente digital.
- Si aprueban una tarjeta empresarial, eso es contar con mucha suerte. -Además, no permiten asignarle una tarjeta a cada jefe de área con cupos independientes.
- Y todo se demora días y días…
Definitivamente, hay cosas que espantan, literalmente.
La banca tradicional les cierra puertas a las PyMEs en lugar de abrírselas.
Por suerte, Tuily está aquí para ayudarte y no para asustarte. Bienvenido al futuro, ahora.