¿Necesita tu negocio un crédito empresarial?

Muchas empresas creen equivocadamente que necesitan un crédito empresarial cuando en realidad otras soluciones financieras pueden serles más útiles. La idea de que un crédito es la mejor alternativa de financiación para una empresa ha dejado de ser cierta gracias a muchos novedosos productos financieros que están ayudando a las empresas a hacer frente a sus necesidades de manera fácil y rápida.

Anteriormente eran muy pocas las alternativas que existían para las empresas, por lo que un crédito de un banco era, en muchos casos, la única forma de acceder a un capital. Afortunadamente esto ha cambiado y hoy en día existen muchas alternativas que hacen la vida más fácil para los empresarios.

A diferencia de los créditos convencionales para empresas, estas nuevas alternativas están pensadas para ser mucho más amigables con las pequeñas y medianas empresas. Gracias a desarrollos tecnológicos e importantes cambios en el mundo de las finanzas, hoy es posible llegar a muchas más empresas que de otra manera no habrían tenido acceso productos financieros. Y lo más importante, estas empresas que antes no podían acceder a ciertos productos financieros ahora pueden hacerlo de manera mucho más rápida que por los canales tradicionales de los bancos.

No te preocupes si no estás al tanto de estos importantes cambios. En este artículo te explicamos en qué consiste un crédito empresarial y por qué probablemente no es la mejor opción para tu negocio. Adicionalmente te explicamos qué otras alternativas pueden ser más convenientes para tu negocio. Recuerda que antes de tomar un crédito empresarial, tal vez quieras mirar otras alternativas mucho más amigables y con mayor flexibilidad para atender las necesidades de tu empresa.

¿Qué es un crédito empresarial?

Como su nombre indica, un crédito empresarial es un préstamo que se le otorga a una empresa, usualmente de parte de un banco. Este tipo de crédito suele tener unas condiciones distintas a los que se le otorgan a las personas naturales ya que se entiende que las finanzas de las empresas no son iguales a las de las personas. Aunque cada banco es quien establece en últimas los requisitos para acceder al crédito, en general todos son muy parecidos. Lo mismo ocurre con las condiciones de los créditos otorgados a las empresas.

Según las condiciones pactadas, la empresa que toma un crédito está en la obligación de pagarlo en su totalidad con los debidos intereses y teniendo en cuenta las demás condiciones que apliquen. Sin embargo, un crédito empresarial suele ser mucho más conveniente para el banco que para la empresa que lo toma.

La mayoría de los productos financieros que los bancos ofrecen a las empresas suelen estar pensados para su comodidad y no la de los tomadores del crédito. Muchas empresas terminan pagando por unos productos financieros que no están pensados para su comodidad ni para sus necesidades puntuales. En la práctica, muchas empresas pueden llegar a tener problemas con las herramientas tecnológicas de los bancos. Estas suelen ser subóptimas en cuanto a experiencia de usuario se refiere.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que existen distintos tipos de créditos para empresas y aunque pareciera que esto es algo positivo, debe tomarse con cierto escepticismo. Algunos de estos créditos especializados se promocionan como si estuvieran diseñados para atender las demandas de una industria en particular. Sin embargo, la realidad es que esto resulta muy conveniente para el banco que otorga el crédito, pero no necesariamente para la empresa que lo toma. 

Una empresa del sector agropecuario puede tomar un crédito específicamente para los distintos agentes del sector. Esta empresa deberá cumplir con los requisitos establecidos para acceder al crédito, pero esto no garantiza que en la realidad el producto se acomode a sus necesidades. En últimas, la empresa agropecuaria de nuestro ejemplo probablemente termine teniendo muy poco margen de maniobra para utilizar el crédito como realmente necesita a pesar de que estaba ‘diseñado’ para su industria.

Esto puede ser bastante inconveniente, especialmente si se tiene en cuenta que en el mundo de los negocios las necesidades cambian de un momento a otro. Es esencial tener soluciones financieras que sean flexibles con las necesidades reales de las empresas.

Alternativas a un crédito empresarial

Como lo mecionábamos, existen otras alternativas para que las empresas accedan a fuentes de financiamiento sin tener que acudir a un crédito empresarial convencional. Esto ha sido posible gracias a que muchas empresas han desarrollado innovadores productos financieros que no se parecen a los que tradicionalmente ofrecen los bancos.

Estas empresas, por la manera como operan, no son consideradas como bancos. Pueden ofrecer productos financieros de primera sin tener que estar constituidos como bancos y esto tiene muchas ventajas. Una de las más importantes es la agilidad con las que estas empresas operan.  

Este es el caso de muchas FinTech que ofrecen tarjetas de crédito para empresas, como por ejemplo Tuily. Esta tarjeta de crédito empresarial cuenta con el respaldo de Mastercard, dándole a sus clientes muchos beneficios, seguridad y el visto bueno de una de las marcas más reconocidas a nivel mundial en cuanto a tecnología financiera se refiere.

Tuily tiene la ventaja de ser una tarjeta de crédito que brinda flexibilidad a las empresas para que hagan uso del cupo sin tener que cumplir las condiciones rígidas de un crédito convencional. Así, las empresas tienen la posibilidad de hacer uso del cupo de su tarjeta Tuily para sus necesidades del día a día.

Existen muchos otros beneficios de tener un producto como Tuily. Si deseas conocer más puedes obtener mayor información en la página de producto de Tuily. Con soluciones financieras como Tuily se abre un mundo de posibilidades para mejorar el acceso de las empresas a productos financieros de calidad y dejar atrás el tradicional crédito empresarial que ofrecen los bancos. 

Jonathan Tarud

Fundador y CEO de Koombea y Tuily. Su reputación y experiencia lo hacen una autoridad en temas empresariales e industriales.