Los cargos por servicios bancarios han tomado protagonismo en la cotidianidad de los empresarios. Sin embargo, aunque son comunes, la mayoría de emprendedores no están completamente al tanto de todo lo que pagan por servicios bancarios, porque a menudo están ocultos entre la letra pequeña de los contratos. Por eso, aquí desglosaremos algunos de estos para que estés informado y puedas tomar decisiones financieras más acertadas.
Cuota de manejo y el costo oculto de la bancarización
Contar con una tarjeta de crédito empresarial, para muchos, es un paso hacia la responsabilidad financiera. Sin embargo, esta decisión, que en principio parece sencilla, arrastra consigo costos ocultos que pueden acumularse de forma significativa con el tiempo. Uno de los más comunes y, a menudo menos comprendidos, es la cuota de manejo.
Esta tarifa, impuesta por la mayoría de los bancos tradicionales, puede variar en cantidad, pero el hecho es que, año tras año, un parte de tus fondos se dedica simplemente a mantener esa cuenta activa. Aunque las justificaciones para esta cuota varían, desde el mantenimiento de la infraestructura, hasta la garantía de servicios de calidad, es crucial analizar si el valor que obtenemos corresponde con lo que pagamos.
En este contexto, es esencial estar informado y considerar alternativas que maximicen el valor de tu dinero. Una opción que ha ganado popularidad en el ámbito corporativo son las tarjetas de crédito empresariales. Estas no sólo ofrecen la flexibilidad y la liquidez necesaria para gestionar gastos operativos, sino que también vienen con una serie de beneficios adicionales.
Así, mientras que es vital estar atentos a la cuota de manejo y demás condiciones, una tarjeta de crédito empresarial bien gestionada puede ser una herramienta valiosa en la caja de herramientas financieras de cualquier negocio. Incluso hoy en día muchas FinTech ofrecen este tipo de productos sin cuota de manejo.
Tasas de interés elevadas: el disfraz del endeudamiento
Las tarjetas de crédito son herramientas útiles, pero también pueden ser costosas si no se eligen correctamente. Las tasas de interés que acompañan a estos instrumentos financieros suelen ser altas. Si no se paga el saldo total al final del mes, los intereses pueden acumularse rápidamente, generando deudas que pueden ser difíciles de manejar.
Estas altas tasas se han convertido en una trampa común para muchos que buscan soluciones financieras temporales. A menudo, nos atraen con promesas de facilidades y flexibilidad, pero el verdadero costo se siente cuando los intereses comienzan a capitalizarse, convirtiendo pequeños préstamos en enormes deudas.
Por suerte, la consciencia sobre estos riesgos ha ido en aumento. Consumidores informados están comenzando a buscar alternativas más transparentes y justas, y el mercado FinTech, a su vez, ha respondido con propuestas y soluciones más equitativas, permitiéndoles a las PyMEs abrir tarjetas de crédito corporativas, brindándoles la información clara digitalmente.
Transferencias: el precio de mover tu dinero
En Colombia, las pequeñas y medianas empresas representan alrededor del 90% del tejido empresarial. Por eso, mover su dinero eficientemente es crucial para su operatividad y crecimiento. Las instituciones financieras tradicionales han sido las principales intermediarias en este proceso, estableciendo tarifas y comisiones, que aunque varían, pueden representar costos significativos. Según la Superintendencia Financiera de Colombia, las tarifas por transferencias interbancarias pueden variar ampliamente, dependiendo del banco y del tipo de cuenta.
No obstante, las FinTech colombianas han empezado a revolucionar el panorama financiero ofreciendo soluciones de pago para pequeñas y medianas empresas mucho más rápidas, eficientes y, en muchos casos, a costos más bajos que los bancos tradicionales. Por ejemplo, algunas cobran tarifas fijas por transferencia, independientemente del monto, lo que puede traducirse en significativos ahorros. Además, al operar principalmente en plataformas digitales, este tipo de soluciones financieras eliminan muchos de los trámites burocráticos asociados con las entidades bancarias convencionales.
Para las PyMEs colombianas, que buscan maximizar cada peso y optimizar sus operaciones, las FinTech se presentan como una alternativa atractiva para gestionar sus transferencias y otras necesidades financieras. Esta tendencia no solo beneficia a las empresas en términos de costos, sino que también impulsa la innovación y competitividad en el sector financiero del país.
La puntualidad y sus costos: tarifas por pagos tardíos
Si se pierde el plazo de pago de una tarjeta de crédito, las penalizaciones pueden ser significativas. Estas tarifas por pagos tardíos afectan el bolsillo y pueden tener un impacto en el historial crediticio del cliente.
En contraposición a estas prácticas, las FinTech emergen como una solución que pone al cliente en primer lugar, ofreciendo tarifas transparentes, tasas de interés competitivas y herramientas innovadoras para la gestión financiera. Para las PyMEs, esta revolución es de vital importancia, ya que les permite acceder a servicios que tradicionalmente estaban reservados para grandes corporaciones.
Soluciones financieras pensadas en un futuro con menos costos
Las FinTech, o empresas de tecnología financiera, le están dando un giro de 180° al mundo de las finanzas con propuestas innovadoras que ponen al cliente primero. Muchas de ellas ofrecen tarjetas de crédito sin cuota de manejo y con tasas de interés competitivas. Además, no solo se centran en el aspecto transaccional, también ofrecen herramientas y plataformas que ayudan a gestionar los gastos, permitiendo un mayor control y entendimiento de las finanzas.
Otro beneficio es que al no tener que mantener una infraestructura física tan amplia como la de los bancos tradicionales, muchas de estas empresas pueden reducir costos y, por ende, ofrecer menores tarifas. Esto, acompañado de plataformas digitales intuitivas, da como resultado una experiencia financiera mucho más amigable y centrada en el usuario.
Al hablar de Colombia, empresas como Tuily están llevando la delantera en esta transformación financiera, brindando soluciones acorde a las necesidades actuales de las PyMEs que buscan reducir cargos por servicios bancarios.